jueves, 2 de agosto de 2012

Taxonomía de un almuerzo



"Mi padre sabe comer. No quiere que le atosiguen. Se sienta a la mesa. Se mete la punta de la servilleta detrás de la corbata. Asienta en la mesa las palmas de las manos, a derecha e izquierda junto al plato, a derecha e izquierda junto al cuchillo y el tenedor. Levanta un poco el trasero de la silla. Se inclina encima de la mesa, de modo que la servilleta le cuelga en el plato vacío, y así inspecciona lo que hay en las fuentes. Luego hunde el trasero en la silla. Luego empieza. Se sirve con el tenedor de servirse, tenedor tras tenedor, cucharada tras cucharada, hasta que tiene en el plato un gran montón. Y mientras mi madre me sirve a mí, un montón que cabría varias veces dentro del montón de mi padre, mi padre aplasta con el tenedor las verduras con las patatas, mi padre despedaza con el cuchillo la carne a grandes pedazos, y con la cuchara de la salsa vierte salsa por todo aquello. Y mientras mi madre aplasta mi montoncito, despedaza mi carne a pedacitos y lo riega todo con salsa, mi padre empieza a comer. Con el vientre toca al borde de la mesa. Los muslos se le separan tanto, que una cabeza cabría entre ellos. Las piernas se le abrazan a las patas de la silla. Se lleva a la boca tenedores bien rellenos, y mastica con mucho cuidado, mirando a la raya medianera en la cabeza de mi madre que se está sirviendo a sí misma, un montón que cabría varias veces dentro de mi montón. Agachando la cabeza, está sentada frente a mi padre. Y mientras mastica todavía, mi padre sostiene preparado el siguiente tenedor bien lleno, a la altura de la boca, con las puntas tan cerca de los labios que me da miedo que se haga daño."

Gisela Elsner; "Los enanos gigantes"; 1964.