jueves, 17 de febrero de 2011

El ocaso del cine


“La época de los guiones dramáticos está llegando a su fin. En su lugar encontramos una premisa, de la que pueden colgarse distintos gags. Estos incidentes, en su día simples adornos de una verdadera historia, ahora son, casi exclusivamente, la razón de ser de una película. En el thriller, son las escenas de riesgo y las explosiones; en el cine de terror, los desmembramientos; en las películas de acción y guerra, los tiroteos y las demoliciones. El germen de la película que existe sólo por sus ‘momentos culminantes’ es el cine porno.”

David Mamet; Bambi contra Godzilla. Finalidad, práctica y naturaleza de la industria del cine; Alba Editorial, 2006

miércoles, 16 de febrero de 2011

Julian el Caníbal


Julian Cannonball Adderley (1928-1975), saxo alto, dentista y heroinómano, irrumpió en la escena del jazz como un auténtico huracán gracias a una técnica torbellínica, abrasiva, de puntada corta como le gustaba a Parker, atributos que lo elevarían como uno de los máximos representantes del hard-bop. Se ganó las ovaciones de propios y extraños, haciéndose con un puesto de renombre entre las filas del quinteto de Miles Davis, que con él no fue más quinteto, sino sexteto. Son catedráticas las grabaciones que lograron juntos, en particular las recogidas en dos de las obras cumbre del jazz, Milestones (1958) y Kind of Blue (1959), donde los solos de Cannonball despuntan junto a los del mismísimo John Coltrane con una creatividad difícil de igualar, enriqueciendo y abriendo las melodías en un millar de direcciones. Es éste uno de los duelos saxofonísticos más excepcionales de la historia, a pesar de que en Milestones percibimos a un Coltrane algo distante, como si accediera a un respetuoso segundo plano ante la irrupción arrolladora del neófito Cannonball. Pero como músico completo que era Cannonball también podía tocar con una gran ternura, como atestigua su interpretación en la más famosa versión que existe de "Autumn Leaves", recogida en el álbum Somethin' Else (1958) junto a Miles Davis, y durante los años posteriores a la fiebre del bop el saxofonista se prodigaría en una vertiente mucho más sosegada al instrumento. Fue además líder de su propia banda junto a músicos de envergadura como el mencionado Davis, Hank Jones, Art Blakey, etc, y si bien no pasó al podio de los grandes compositores como sí lo hicieron Davis y Coltrane, los que le recuerdan o tuvieron la desgracia de compartir con él escenario saben que el “caníbal” de Tampa era un hueso duro de roer.